Termino de leer ahora mismo la tribuna de opinión del País de hoy, martes 23 de septiembre de 2008, escrita por el catedrático de Ciencias Políticas Antonio Elorza y no puedo sino hacer otra cosa que darle la razón de cabo a rabo.
Antonio Elorza Viena a decir algo que ya sabíamos, que tras el fallido golpe de estado de Franco que derivó en la guerra civil española, y tras la misma en la que salió vencedor el general y el resto de golpistas que derrocaron al legítimo gobierno, lo que sucedió en España solo es comparable al genocidio nazi con los judíos. Pero Elorza va más allá de estas conclusiones, incuestionables salvo para los vencedores sin razón, alegando que si bien es genocidio lo que hicieron Franco y los suyos, también lo fue lo que hizo Stalin, la gente del 17 de abril de Camboya o las ejecutadas en España por las CNT-FAI y el PCE/Internacional Comunista, mencionando, con gran acierto, que Los demócratas de hoy no deben cerrar los ojos ante las "patrullas de control" anarquistas en Barcelona, Paracuellos o el entorno político de la mejor conocida muerte de Andreu Nin. Hubo terror libertario y terror estaliniano Todos ellos, como dice Elorza en su artículo, comparten con los miles de rojos exterminados en España el hecho de haber sido víctimas de un proyecto deliberado de aniquilamiento y de constituir un grupo humano bien delimitado.
Elorza, habla de todo ello para defender las ideas del Juez Garzón en su nueva cruzada por la memoria histórica, la cual apoyo incondicionalmente, y termina diciendo que Carrillo debiera de responder por todas aquellas victimas, también victimas del genocidio, que hubo por parte del bando republicano antes de la guerra, y porque no, también de la guerra, pues aunque lo que hacían era defender su libertad, ellos también fueron genocidas. Carrillo bien podría contar todo lo que sabe sobre Paracuellos, no tenemos que creer en esto ni a Cesar Vidal ni a Gibson, sino un poco a cada uno, y así ayudar a esclarecer parte de esta memoria histórica que también debe ser esclarecida, siempre teniendo en cuenta que los que se levantaron contra el poder democráticamente instaurado son, en todo momento, lo mayores culpables de todo lo que sucedió para que ahora estemos pidiendo estos esclarecimientos.
Antonio Elorza Viena a decir algo que ya sabíamos, que tras el fallido golpe de estado de Franco que derivó en la guerra civil española, y tras la misma en la que salió vencedor el general y el resto de golpistas que derrocaron al legítimo gobierno, lo que sucedió en España solo es comparable al genocidio nazi con los judíos. Pero Elorza va más allá de estas conclusiones, incuestionables salvo para los vencedores sin razón, alegando que si bien es genocidio lo que hicieron Franco y los suyos, también lo fue lo que hizo Stalin, la gente del 17 de abril de Camboya o las ejecutadas en España por las CNT-FAI y el PCE/Internacional Comunista, mencionando, con gran acierto, que Los demócratas de hoy no deben cerrar los ojos ante las "patrullas de control" anarquistas en Barcelona, Paracuellos o el entorno político de la mejor conocida muerte de Andreu Nin. Hubo terror libertario y terror estaliniano Todos ellos, como dice Elorza en su artículo, comparten con los miles de rojos exterminados en España el hecho de haber sido víctimas de un proyecto deliberado de aniquilamiento y de constituir un grupo humano bien delimitado.
Elorza, habla de todo ello para defender las ideas del Juez Garzón en su nueva cruzada por la memoria histórica, la cual apoyo incondicionalmente, y termina diciendo que Carrillo debiera de responder por todas aquellas victimas, también victimas del genocidio, que hubo por parte del bando republicano antes de la guerra, y porque no, también de la guerra, pues aunque lo que hacían era defender su libertad, ellos también fueron genocidas. Carrillo bien podría contar todo lo que sabe sobre Paracuellos, no tenemos que creer en esto ni a Cesar Vidal ni a Gibson, sino un poco a cada uno, y así ayudar a esclarecer parte de esta memoria histórica que también debe ser esclarecida, siempre teniendo en cuenta que los que se levantaron contra el poder democráticamente instaurado son, en todo momento, lo mayores culpables de todo lo que sucedió para que ahora estemos pidiendo estos esclarecimientos.
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